El viento
llega sin permiso,
a bocanadas,
alojando esa arena
sobre la calzada,
esa arena
que no deja ver…
Arrasando palabras
que pedían sosiego,
el impulso del viento
no las deja crecer.
Los árboles inquietos
se dejan al movimiento
ya ni los pájaros
quieren volver.
Este viento
todo lo arrastra,
todo, menos
las ganas de seguir
en pie…
Taté
(28/12/2015)
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