Cuántas veces
puede el humano
negar sus deseos,
negar lo que siente…
Cegar la mirada
y llevar a contratiempo
el ritmo de su
palpitar..
Cuánto tiempo
podrá resistirse,
aguantar el oleaje
de sus tempestades…
Cuántas veces
negarse a lo evidente
de su sentir…
Cuántas
ser perdonado
para no sucumbir
a su propio naufragio…
Su designio
mantenerse, perseverar,
sujetarse fuertemente
a esa madera
que le lleve a su
orilla…
Sólo los que se
levantan,
después de tantas
caídas,
los que no se niegan,
sabrán de tantas veces…
Taté
23/02/2016…
No hay comentarios:
Publicar un comentario