Quizá,
porque nací
rodeada de mar,
y mis ojos,
con conciencia de mirada,
vieron cuánto azul
deja el día
sobre este horizonte…
Quizá
porque crecí
con arena en los zapatos,
y mis pies,
con conciencia de pisada,
avanzaron
sin preguntar
a sus huellas.
Quizá,
sean estas las ganas
de seguir viviendo
entre tanto azul…
Taté
08/01/2015
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