El cielo
se cubre de luces,
los brindis destellan
entre copas,
los ruidos
asustan la noche,
la luna ya pronto
se esconde.
Mi mente cavila,
¿qué celebramos?...
Si al compás
de las agujas
tan sólo en un segundo
un número cambia.
Y el hambre
sigue siendo hambre
y las ganas
siguen siendo ganas…
Y el sol
sigue saliendo
por el mismo lado
de mi ventana.
Mas nos miramos,
seguimos aquí,
para seguir mirándonos…
Y mis manos se alzan
para brindar
por los que seguimos,
por los que quedaron…
Taté
01/01/2016
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