No sé cuándo fue,
si en el amanecer
de las primeras
margaritas
o en el primer vuelo
de los gorriones…
No sé si la brisa
ya anunciaba su
llegada,
o ese aroma a verde
se dejaba vestir
en la hierba del
camino.
No sé si hoy
los calendarios
se han puesto de
acuerdo
en este continuo movimiento,
en este continuo movimiento,
rotatorio sobre sí
mismo…
No sé,
pero he permanecido
en silencio,
junto a la orilla
del camino
del camino
dejando oír cómo
los primeros
pétalos
desgarraban su
flor.
Fue ahí,en ese inciso,
donde advertí
que la primavera
se estrenaba en
aquel árbol
que desnudó el
otoño
Taté
20/03/2016
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