A estas alturas
de la vida,
muchos buscan
un amor de brisa.
Un amor
que se desliza
suave y ondulante
sobre pretéritas mejillas...
Que no hiera,
que no harte,
que no dejen heridas.
Que acaricie las noches,
que refresque los días...
Un amor sin huracanes
que devore con prisas.
Nítido, suave,
indispensable, sencillo,
como amor de brisa...
Taté
10/11/2015
No hay comentarios:
Publicar un comentario