Sólo la inocencia
sabe hablar sin palabras,
nace desde el nítido cristal
de su transparente mirada...
Donde no existen colores,
ni distinciones de sabores,
aún no hay nada escrito
sobre el raso del pensamiento...
Quién tiene el valor
de llenarlo de odio,
de teñir su mirar...
Taté
14/11/2015
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