Suave deslizar
de su aleteo
dejando sentirse
sobre su cuerpo...
Dejadla volar
tan libre, sin miedo
sintiendo la paz
a través de sus dedos.
Dejad extender
sus colores al vuelo,
dejad susurrar
sus secretos al viento...
Soplar y soplar,
volando sin tiempo,
volver a pasar
por los mismos senderos...
Oler a azahar,
oler a romero,
dejadla volar
tan alto, sin miedo...
Dejad que se pose
sobre sus dedos...
Taté
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