Azul es la puerta,
azul la ventana,
azul el aroma
de esta mañana…
Azul el respiro,
azul la mirada,
azul el cobijo
de cada palabra.
Poder escapar
cuando nos invita el alba,
a aflojar el tenso hilo
de los días sin calma.
No hay precipicios
cuando se llevan alas.
Quién heredó
la fragilidad
de ver tanto azul
en cada mirar…
de ver tanto azul
en cada mirar…
Taté GR
21 junio 2016
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