miércoles, 1 de junio de 2016

Mis manos piden un poema



Mis manos 
están algo inquietas,
suspiran por ver un poema
dibujado en el arduo papel.
Mis ojos,
un tanto cansados,
observan de lado a lado
apilando palabras
sin saber qué decir.
Un poema
puede tener olor a mar,
o el crujido del viento
sobre las hojas pisar…
O ser tan nítido
como el rayo de luz
que se asienta en 
el cristal de mi ventana.
O ser el suspiro
de la desesperación...
Mis manos saben
que un poema
va más allá de las palabras
que escribo sobre un roto papel.
Pero se mueven,
se inquietan y quieren
danzar sin respiro.
Yo,
devota de su capricho,
fuerzo parar el mundo
para satisfacer sus ganas…
TatéGR
1 junio,2016

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