La mañana invita
a escuchar
entre las olas
la voz del mar.
Amalgama suave
que se confunde
con el murmullo
de las gaviotas.
Acaso
un deseo de vuelo
entre su aletear
y el rugir del mar.
Un destino,
ser mar y arena
entre playas desiertas.
Acaso
un huir del cemento,
del ruido,del ajetreo,
del mundano sonido,
repetitivo, del tic.tac...
Acaso
calentar esta piel,
bajo este sol
que alimenta,
y escuchar al mar
decir mi nombre…
Taté GR
1 agosto 2016
No hay comentarios:
Publicar un comentario