Si los dedos se movieran,
como si danzaran,
en un movimiento ondulado
sobre el blanco del papel...
Si la mano supiera hablar
con el corazón,
lo que el corazón
no supo con los labios hacer...
¿Podré hacer de este instante
un instante de magia...?
¡Oh, yo que no encontré
la varita mágica
con la que esconder
ningún pañuelo...!
¿Bastarán estas manos inquietas
para hacer de este instante
un instante de magia...?
Taté
07/08/2915
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