Se disipan las tinieblas
que servían como vendas,
ocultando sensaciones
que jugaban a esconderse
en la tímida inocencia.
Ya no buscan los temores
el refugio en la conciencia,
en la clara transparencia
de mis mudos pensamientos.
Se disipan estos miedos
escondidos tan adentro,
ya dejando respirar
este puro aire fresco.
Queda escrito en el viento
todo aquello ya sentido,
esparcido en el tiempo,
fluyendo ya dormido...
A la nana lo soñado,
no despierten lo sentido,
deja que duerma tranquilo
no es momento de vivirlo...
Taté
2013
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