Yo que creía que las palabras
eran libres como el viento,
que diciéndolas con respeto,
admiración o deseo
pueda uno definir, enunciar, proclamar,
de mil formas diferentes,
las ideas y los pensamientos...
Así,como el viento,
puedan ellas,con el tiempo,
libremente fluir...
Sin que nadie las amordacen,
ni las manos te aten
para dejar de escribir...
Si las adornas con cariño,
y las dices con afecto,
da igual cómo pensemos,
al final es un sentir...
Yo, que reflexiono en voz alta,
las convierto en palabras
sin temor a qué decir...
Yo,
que soy tan crédula....
Taté
01/07/2015
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